Un trabajador del Zoo Luján fue atacado por una tigresa, y fue arrastrado por el lugar. Este animal exótico era exhibido a los turistas, quienes pagaban para entrar y para posar para sacarse fotos.
El incidente ocurrió mientras el trabajador se encargaba de mostrar el animal que se exhibía dentro de una jaula, y si bien no atacó a gente del público, como antes ocurrió incluso con los leones, la vida de esta persona no vale menos que la de un visitante.
Hoy en día salen a la luz estas cuestiones tras la investigación que realizamos con respecto a las irregularidades cometidas por esta empresa dedicada al turismo en la ciudad de Luján, la que recibía miles de turistas en buses son los debidos controles por parte de autoridades del ámbito del Ministerio de Trabajo, ni de parte de los sindicatos que deberían aglutinar, asesorar y proteger en sus derechos a los trabajadores, siendo este Zoo Luján advertido de las inspecciones que se le iban a realizar horas antes de la aparición de algún tipo de inspectores, por lo que según los relatos delos trabajadores y ex trabajadores salían corriendo por los campos del fondo, refugiándose en el barrio Navarrini, por lo que tomaban mates y jugaban a la pelota, y regresaban cuando las supuestas inspecciones terminaban.
Incluso, diferentes fuentes, comentan que los hacían entremezclar con el público, ocultando sus remeras, camperas o gorras del Zoo Luján, tomaban algunos folletos entre sus manos y paseaban por el lugar como que eran visitantes. Para, de esa manera que los animales los siguieran viendo cerca de las jaulas y no se pusieran nerviosos.
En el Zoo Luján había un doble control de tickets en la entrada, ya que Jorge Semino, según relatan los trabajadores del lugar “le desconfiaba a su esposa Norma, porque lo cagaba en plata, entonces las entradas se controlaban dos veces y se hacía un arqueo al final del día”, incluso mencionaron: “Una vez Norma se enojó y nos quería pelear, porque no la dejábamos tocar la plata. Pero se lo dijimos bien clarito, que el que nos pagaba el sueldo era Jorge, y que él nos habías dado órdenes de que controlemos y contemos cada centavo, para que no lo cagara más delo que ya lo había cagado durante mucho tiempo”.
Un trabajador comentó: *“el día sábado 5 de octubre de 2018, me mordió una tigresa adentro del recinto. Estando con gente del público!!!”*, narrando su triste experiencia, dado que prestó servicio durante muchos años en negro, por lo que los responsables del Zoo Luján no le hicieron debidos aportes jubilatorios, no contó con cobertura médica permanente, ni con una Aseguradora de Riesgos de Trabajo por estos eventos que experimentó. Una situación que bajo ningún punto de vista pudo desconocerse por `parte delos sindicatos que controlan este tipo de actividades en nuestra ciudad ¿no?… Y los sindicalistas que “luchan por los derechos de los trabajadores”, devenidos en nuevos multimillonarios lujanenses, ¿cómo amasaron su fortuna y cómo mantienen su estándar de vida, viviendo en barrios cerrados de Luján?