La comunicación es escueta pero contundente, con relación a la obligación que tiene Jorge Semino de reconvertir al Zoo Luján, en algo que sea provechoso para la comunidad. Puesto que se han denunciado múltiples fallas en cuanto al funcionamiento de esta empresa dedicada al turismo, en base a la acumulación de animales, los que según diferentes testimonios eran maltratados, y a la par de gran cantidad de trabajadores a los que no se les reconoció su contraprestación de servicios en el marco de las leyes laborales.
En cuanto al funcionamiento del lugar por un cuarto de siglo, hay gran cantidad de reclamos al respecto a través de los años, pero se trata de una situación que no puso ser pasada por alto por los gremios, que son los sindicatos que desembarcan normalmente en toda empresa, en cualquier distrito y por cualquier razón, incluso con intenciones de extorsión y solo por un par de fallas que los inspectores sindicales detecten de parte de los empleadores en el sistema que ellos tanto conocen. Pero, Jorge Semino: “Siempre demostró tener un don especial para arreglar cualquier quilombo con quita”, dicen quienes lo conocen bien.
Lo cierto es que por años los sindicalistas que debían haber velado por las condiciones paupérrimas en que estas personas cumplían funciones, nunca vieron nada, nunca detectaron una infracción de parte de este empresario que “se llenó de plata haciendo cagar de hambre de los animales y a sus trabajadores”, con exigencias de horarios y supuestas obligaciones al estilo servicio militar, pero sin contar cada empleado con salarios dignos, en blanco y con recibos de haberes, con aguinaldos, con vacaciones, y con las antigüedades correspondientes, además delos aportes jubilatorios al sistema previsional.
Y, tengamos en cuenta, que al momento de necesitar una atención dela salud para sí mismo como para sus respectivas familias, los cualquier trabajadores del Zoo Luján tenían que asistir al sistema público, yendo ellos fuera del horario de trabajo a los hospitales de Luján, General Rodríguez, Moreno, Merlo, Cañuelas, Pilar o de donde provenieran, dado que tampoco tenían cobertura con una obra social, y menos aún un seguro de ATR, Atención del Riesgo de Trabajo, puesto que según declaraciones realizadas por parte de los ex trabajadores y actuales empleados del Zoo Luján, toda cuestión de accidente laboral se hacía pasar como que ocurría en la vía pública, si se lastimaban con un vehículo o cayéndose de algún lugar, o en el caso de ataques de animales salvajes en cautiverio se decía como que habían sido mordidos por un perro. Más allá del tamaño de las mordeduras, muchas de ellas realizadas por Pumas, Tigres o Leones dentro de las jaulas, en las que “tampoco había medidas de seguridad para los turistas, porque muchas veces también eran mordidos por los animales”, según refieren nuestras fuentes.
Por estos días Jorge Semino, como responsable máximo, o como la cara visible que tuvo la empresa por décadas, se encuentra jaqueado por decenas y se podría decir hasta cientos de cartas documento, de parte de los cientos y hasta miles de ex trabajadores que pasaron por el lugar. Quienes tras este escándalo mediático sobre la matanza de animales denunciadas por los propios trabajadores, comenzaron a reclamar, una vez más, por todos sus derechos, dado que esperan cobrar y hacerse de todos los aportes que les negaron desde esa patronal por muchos años, en complicidad con los sindicatos y las autoridades de las oficinas locales del ministerio de trabajo de los diferentes gobiernos comunales, tal como incluso confiesan algunos funcionarios consultados a tales efectos. Porque nadie puede pensar que la cosa pasada desapercibida, con un Zoológico en Luján que facturaba decenas de millones de pesos por mes, según nuestras fuentes.
Al margen quedan las cuestiones que tienen que ver con presuntas complicidades entre el Zoo Luján la policía de la región, pero no nos olvidamos de estas situaciones narradas por trabajadores actuales y ex trabajadores, además de lo ya denunciado sobre del desembarco de Jorge Semino en decenas de lotes “tomados” en barrios y localidades del partido de Luján, aunque algunas fuentes mencionan incluso fracciones de tierra “tomadas” en la vecina ciudad de General Rodríguez: “Muy cerca de donde vive ahora Jorge Semino”. Una situación que este cuestionado empresario también deberá explicar en su debido momento ante la justicia. Puesto que tenemos información extraoficial que vincula a este empresario multimillonario con una vieja trabajadora de la dirección de Tierras de la municipalidad de Luján, que fue identificada como “Laura Muñagorry”, que resultaría ser “la cuñada de Semino”, quien según la información que obra en nuestro poder “pasó varios lotes a nombre de Jorge Semino”.
Es que “Los lotes que tomó en posesión Semino, son muchas parcelas del tipo casa quinta, casi en su totalidad con dimensiones de entre 900 y 1.200 metros cuadrados”, habiéndose contabilizado cerca de 50 lotes en un solo barrio ocupados por este “ambicioso empresario”, los que “fueron tomados de diferentes maneras”. Ya que prácticamente todos ellos están alambrados con cerco perimetral romboidal con postes de cemento, ya que según nuestras fuentes: “mandaba a los empleados del zoológico a alambrarlos, y les metían portón y candado, porque la cuñada le pasaba datos de cuáles tenían problemas de documentación o se habían muerto los dueños”, siendo estas cuestiones comentadas en todo el barrio Navarrini, que queda ubicado detrás del Zoo Luján, habitado por mucha gente que comenta de diferentes altercados mantenidos con Jorge Semino, quien “siempre anda enfierrado, y amenazó a muchos vecinos a punta de pistola por diferentes discusiones”, testimonios que oportunamente podrían prestar en sede judicial, si la justicia tiene verdaderas intenciones de descubrir a quienes habrían explotado a trabajadores y además habrían usurpado tierras, valiéndose quizás de información oficial indebidamente utilizada.
LA INTIMACIÓN OFICIAL DE LA CIUDAD, LA PROVINCIA Y LA NACIÓN
“La Plata, 28 de Agosto de 2020
Administración de la Reserva Zoo Luján S.R.L. S/D.-
De nuestra mayor consideración:
Nos dirigimos a Ud. en nuestro carácter de Defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Intendente del Municipio de Luján, y Secretario de Control y Monitoreo Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, a fin de intimarle a que, en el plazo perentorio e improrrogable de 72 horas, presente el plan de adecuación del zoológico de Luján, al que se comprometió en la reunión mantenida en la sede del Municipio, el día 18 de febrero de 2020.
Por su parte, con posterioridad a la reunión de febrero, se le remitió un documento con los estándares a observar en el proceso de reconversión. Las circunstancias constatadas durante la última inspección, del día 25 de agosto próximo pasado, exhiben la imperiosa necesidad de tender a una lógica de organización y funcionamiento ajena a condiciones de crueldad animal.
A los efectos de la presentación consignada en el primer párrafo, fijamos domicilios electrónicos en unidad.defensor@defensorba.org.ar; controlymonitoreo@ambiente.gob.ar.
Sin más, y a la espera de una respuesta favorable, salud a Ud. muy atentamente”.
Firmaron esta intimación el Defensor del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino; el Secretario de Control y Monitoreo Ambiental del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Sergio Federovisky; y el Intendente municipal de Luján Leonardo Boto.