Cientos de miles de corazones y pasos cubrieron las calles de Luján este fin de semana, pero tras el fervor de la 51ª Peregrinación Juvenil a Luján, un ejército cívico-municipal se desplegó para devolverle el orden y la pulcritud a la ciudad.

El Municipio de Luján implementó un gran operativo de limpieza y recolección de residuos que mantuvo activo durante el sábado y domingo, buscando mitigar el impacto del masivo evento sobre la vida de sus vecinos.
Movilización y Alcance del Operativo
El plan integral fue diseñado no solo para responder a la afluencia, sino para minimizar las molestias a los habitantes de Luján. Cerca de 150 personas se organizaron en cuadrillas, incluyendo a trabajadores municipales y diversas agrupaciones, para cubrir de forma constante las zonas más afectadas.
Los equipos de limpieza no se limitaron a la periferia; su labor intensa se centró en puntos neurálgicos de la ciudad:
- El perímetro de la Basílica Nuestra Señora de Luján.
- Espacios verdes clave como el Paseo Calelián, el Parque Ameghino, la Plaza Belgrano y el Parque San Martín.
- Zonas de acceso y descongestión como la Ruta 7, la calle Las Heras, y los alrededores del Cementerio Municipal.
Recursos Clave y Trabajo Sostenido
La logística de la operación demostró un enfoque en la sostenibilidad y la eficiencia. Además de las tareas tradicionales de barrido, vaciado de cestos y limpieza de calles, el Municipio dispuso recursos esenciales:
- Puntos verdes de reciclaje para promover la separación de residuos en el marco del evento.
- Un camión cisterna y un camión compactador para agilizar la recolección y el aseo de las vías públicas.
Las autoridades municipales confirmaron que, aunque la mayor parte del trabajo se concentró durante el fin de semana, las tareas de recuperación se extendieron en la jornada de hoy por la mañana, finalizando en las áreas aledañas al Skate Park y la rotonda Ana de Matos.
Este esfuerzo coordinado subraya el compromiso de la ciudad no solo con la tradición de acoger a los peregrinos, sino también con el bienestar y la calidad de vida de sus residentes, demostrando que la fe y el cuidado comunitario pueden ir de la mano.