Quienes prestan servicio para la comuna, como trabajadores municipales aglutinados en tres gremios diferentes, reclaman por una recomposición salarial del 25%, además de la exigencia de sentarse en una mesa de paritarias, cuestión que alocadamente había sido desechada por los propios secretarios generales a principio de este año, ya que rubricaron un acuerdo sobre que este año no iba a haber discusiones por aumentos salariales.
La cuestión de la pandemia voló los precios de la canasta básica de alimentos por las nubes, mientras que la recaudación municipal cayó por el piso, dado este contexto de cuarentena permanente que llevó a muchos contribuyentes a dejar de pagar impuestos, así que los trabajadores municipales y los funcionarios políticos se metieron en un túnel en el que se les complica encontrar para qué lado queda la salida. Así que además de mirar para los lados, deberán observar para arriba, intentando poder dar con una claraboya de soluciones, por pequeña que sea. Recuerden muchachos, que: “La política es el arte de lo posible”. O, en todo caso, tal como hemos adaptado la frase: “La política debería ser el arte de hacer posible, lo que verdaderamente se necesita”.
Recordemos que Oscar Luciani, en el final de su penoso desgobierno, y para beneficiar durante la campaña proselitista al candidato oficial (en ese momento) Fernando Casset, firmó con los tres secretarios generales de los sindicatos que aglutinan a los municipales, un acuerdo de aumento salarial del 25%. Indudablemente una cuestión agarrada de los pelos, en medio de una elección por la intendencia, cuestión que resulta “absolutamente ilegal”, según detallaron los especialistas en municipalismo que consultamos.
Incluso en ese contexto políticamente favorable y rodeado de fuego amigo, fue que el candidato Casset perdió las elecciones. Esto más allá que María Eugenia Vidal ganó por la gobernación y Mauricio Macri por la presidencia en Luján, pero a pesar de ese sostén la intendencia no fue alcanzada por el complicado abogado Fernando Casset, aliado y socio de andanzas de Oscar Luciani, quien fuera intendente por ocho años. Quien con tal de no sentirse presionado por las bases de los gremios firmó cualquier cosa. Mientras tanto “los secretarios generales de los tres gremios se le cagaban de risa en su despacho”, según nuestras fuentes. Comprometiendo así a los que vinieran a partir del 10 de diciembre.
Fue así que, a pesar de no tener una quema de gomas frente al palacio municipal, a pesar de no tener una huelga de trabajadores de la comuna batiendo el parche, diciéndose peronistas pero tratando que ganara el vecinalismo fusilador, y a pesar de la ayuda de los militantes de izquierda que en los barrios periféricos “recibían alimentos a troche y moche”, con tal de que no fueran al palacio municipal a gritar por los chicos y los adultos pobres, como que no tenían qué comer, el vecinalismo Pro Cambiemos perdió las elecciones, no sin antes hipotecar la gestión al intendente que viniera, ya fuera Leonardo Boto, Juan Carlos Juárez, Arnoldo Troncoso o Daniela Cooper, o cualquier otro que fuera elegido. Ya que lo que se había firmado del 25% era ilegal, le guste o no a los municipales que digamos esto.
Así y todo, el actual intendente no desconoció ese compromiso, y dijo en su momento como jefe comunal recién asumido que, como peronista iba a respetar a los trabajadores, los mismos trabajadores que se quedaron sin una mesa de paritarias en este caótico 2020, porque sus secretarios generales se desentendieron del asunto ¿Por qué? No lo sabemos. Son ellos los que tienen que explicar acerca de cómo se sale de un laberinto chocándose las puertas, sin aumentos salariales en todo un año. ¿En qué estaban pensando? Muchachos!
Ahora, los trabajadores municipales se encuentran con que la municipalidad contrató a cooperativas de trabajo, las que realizan una buena labor, a diferencia de la falta de envión que los propios municipales demostraron por años. Porque, no pueden siquiera negarlo, eso de trabajar como les venía en gana era moneda corriente, “rascándose el higo”, hasta tomando cerveza en horario de trabajo, por ejemplo en uno de los almacenes del barrio San Francisco. Los hemos visto. Teniéndonos a los contribuyentes sin recolección de residuos por semanas, y haciéndonos rehenes de sus huelgas. Incluso con un área de obras públicas que no solucionaban los problemas.
Porque, como si se tratara de una empresa privada hasta el año pasado tomaban los reclamos de los vecinos por teléfono, y de manera particular los mismos trabajadores iban fuera del horario de trabajo y les arreglaban los problemas de cloacas, por ejemplo, y los vecinos pagaban al contado en la puerta de sus casas. Por lo que esos mismos trabajadores infieles no le habían hecho como laburantes municipales. ¿Mentimos? ¿Exageramos? NO! Para NADA!… Contamos lo que nos contaron los vecinos en diferentes entrevistas que hicimos y publicamos. Detallando casa por casa, la labor que realizaron y cuánto cobraron, y quién lo cobró. ¿Jugamos al Veo Veo?
Tenemos registradas muchas manganetas municipales, e incluso hemos reclamado en diferentes gestiones de gobierno, incluso en la actual, que se hicieran los sumarios pertinentes. Por ejemplo un sumario en contra del trabajador que de la planta de tratamiento de Open Door se llevó en tiempos de cuarentena en su auto particular, una bomba centrífuga que nos pertenece a todos los lujanenses. Tratándose de un viejo trabajador municipal que la tuvo que devolver recién cuando fue denunciado por los empresarios de los tanques atmosféricos, ante el funcionario Javier Legorburu. Pero, el sumario aún no habría sido confeccionado, a pesar de los meses que pasaron. ¿Y? ¿Para cuándo una sanción? Seguimos poniendo en riesgo la salud de los vecinos?
NO nos olvidemos de la gran cantidad de notas que hemos publicado acerca de todo lo que se han robado en los talleres municipales, tanto por parte de trabajadores de la comuna que se llevaban en vehículos de la municipalidad y de particulares los postes, los caños de cemento, las baterías, los repuestos, los cables, los bancos de la plaza Colón, bancos de madera y fundición que están en el frente y en los fondos de las casas de algunos municipales, tal como se ve a esos bancos en fotos de Facebook, etc, etc, etc.
No se trata solo elementos que se llevaron por el fondo de los talleres por el hueco del alambrado roto, sino incluso por el portón principal. Por donde salían las camionetas con los tanques de gasoil, las que seguimos y filmamos, conducidas por funcionarios lucianistas, ante la mirada de muchos de los que hoy se golpean el pecho hablando de justicia social. Así que, hay unos cuantos ladrones entre esas filas. Y no nos tiembla la mano al escribir esto. Porque son muchos los municipales honrados que lo denunciaron, en reserva y en diferentes entrevistas cara a cara, tal como fueron publicadas. Así que: “La autocrítica siempre es buena”, como me dijo una vez un viejo dirigente peronista, de un gobierno municipal de la misma camiseta.
A través de los años NO fue fácil hacer trabajar a los municipales, como tampoco debe ser fácil para los municipales hacer trabajar a los funcionarios en cada gobierno, en tiempos normales, y ahora en este contexto de pandemia, sin dinero en las arcas municipales para todos la cosa se pone cuesta arriba, ¿no es cierto? Porque, incluso los jubilados de la comuna tienen el problema que lo que se abona en negro, que no figura en los recibos de sueldo como remunerativo, lo que ellos no lo cobran. Así que tanto para los que están en actividad como para los pasivos (… y acá nos acordamos de Oscar Luciani de nuevo, porque pretendería jubilarse como intendente) los problemas de cobrar poco o a destiempo se evidencian.
Pero, confesado esta mañana por un representante gremial, porque su secretario general no apareció en la quema de gomas en la puerta del Taller municipal número 1, están cobrando al día los sueldos. Pues bien por los municipales, tienen en el bolsillo más que muchos de los vecinos que hoy, por haber bajado sus persianas, no tienen un cobre en el bolso. Eso también cuenta para los lujanenses.
Por lo pronto el clima está caldeado, obviamente están los que fogonean en medio de todo este enfrentamiento. Pero, no es de ahora en este mes de octubre. Sino que la temperatura ya estaba levantando la aguja en enero y febrero, cuando los funcionarios más cercanos al intendente Leonardo Boto en alguna de las discusiones por el bendito 25% que reclaman los municipales, desde el área de economía en una de las propuestas de recomposiciones salariales obvió mencionar ese cuarto de sueldo extra, firmado en los tiempos de Luciani. Lo que encendió las luces amarillas de los representantes gremiales que estaban en la Sala de Situación municipal. Y luego, a destiempo, y con los ánimos en la zona roja del reloj, los funcionarios del área de gobierno tuvieron que incorporar ese asunto del 25% dentro de la charla. Una pena, los jóvenes funcionarios se comieron el amague, y les salió mal. Los sindicalistas se enojaron, cuando no era necesario, era cuestión de seguir negociando.
Hoy, a destiempo tal lo mencionamos, todo tiene que ponerse nuevamente sobre una mesa de discusiones, porque si bien los municipales cobraron durante esta gestión en tiempo y en forma, a pesar de la cuarentena, hoy quieren y necesitan cobrar más, porque no les alcanza el sueldo, obviamente como a casi nadie le alcanza. Pero, parece que no miran del todo para los costados. Ya que los municipales, como si fueran parte de una empresa multinacional creen que es solo una cuestión de apriete contra la patronal, siendo que los patrones no son los funcionarios como funcionarios en sí mismos, sino que los dueños de Luján somos todos, incluidos los trabajadores municipales. Porque, si pocos pueden pagan impuestos, y si van a seguir sin pagar ese tributo en este contexto de pandemia, poco se puede hacer para vivir mejor, ¿Se entiende?
Algunos municipales no estarían viendo la cantidad de comercios que se encuentran cerrados en nuestra ciudad, (Ojo! Aclaro que a veces algunos funcionarios, algunos concejales y algunos sindicalistas tampoco los ven), las arcas parece que están casi vacías, y tienen que hacer ingeniería para marcar la diferencia entre los importante y lo urgente, y ni siquiera nosotros como trabajadores de prensa entendemos a ciencia cierta cómo fue que hasta el momento se pudieron pagar los salarios de los municipales. Quienes incluso corren con ventaja, con relación al vecino común que se quedó sin laburo, y no tiene qué comer, o como en muchos casos subsisten y no tienen cómo pagar los sueldos de sus empleados en distintas Pymes. Porque según las encuestas los empresarios ven al 2021 como un peor año. Por esto nos preguntamos desde estas páginas: ¿Qué esfuerzo hace cada una de las partes por llegar a un punto de encuentro?
Dicen, que para salir de un laberinto no hay que seguir manoteando picaportes, que no hay que darse la cara contra las puertas, sino que la salida es por arriba. Por lo que hay que agudizar el ingenio, en este contexto de cuarentena, y la responsabilidad es doble para quienes tienen un sueldo del Estado, ya sea un alto funcionario, un colaborador municipal de medio pelo, un funcionario raso o un laburante de los talleres municipales o del hospital, porque todos los meses cobran un sueldo. Deben poner más empeño. Para que la solución sea pareja, para que los acuerdos político/sindicales eviten que la sangre llegue al río, en nuestro caso el río Luján. Porque todos queremos seguir teniendo servicios básicos, por nuestra seguridad y por nuestra salud. Sino, SIEMPRE los rehenes somos los vecinos comunes. Quienes en definitiva cada dos años expresamos el voto, en un intento por lograr soluciones.
TODOS, siéntense a discutir. Los vecinos los estamos mirando.
FUENTES GREMIALES COMENTARIO OFF THE RECORD: “El total de compañeros que integran los 3 gremios es alrededor de 150 personas, en 200 días de pandemia no se pudieron juntar para formular una propuesta para solucionarles un poco los problemas económicos a los compañeros. Están enrollados con la oposición”.