En junio pasado, los hipermercados experimentaron, por primera vez en el año, una disminución anual ajustada por inflación en sus ingresos (0,9 por ciento), en contraste con el año previo.
Las cifras del Indec marcaron una advertencia sobre la reducción en los niveles de gasto, resultado de la disminución en la capacidad de compra de los sueldos y el aumento en el costo de obtener financiamiento. A pesar de ello, la verdad es que la situación varía considerablemente entre las distintas regiones del país.
¿Por qué hay tantas diferencias?
En el informe oficial, donde más facturan los supermercados en forma conjunta es el Gran Buenos Aires, en junio sumaron ventas por 102.797,3 millones de pesos, equivalente a 22.372 de pesos por habitante.
Pero, cuando se toma como parámetro el índice de “ventas por habitante”, se observa que los primeros puestos lo ocupan las provincias patagónicas: Santa Cruz 26.649 pesos; Neuquén 25.112 pesos, se cuela la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) 22.373; Río Negro 19.413 pesos, Chubut 18.774 pesos y Tierra del Fuego 18.741 pesos.
Y en el otro extremo se encuentra Santiago del Estero 2.975 pesos por habitante, seguida por Chaco 3.188 pesos y Tucumán 4.102 pesos, entre otras.
¿Cuál es la causa detrás de estas disparidades?
La coyuntura macroeconómica es prácticamente homogénea en todas las provincias, al menos en términos de inflación y depreciación monetaria. Sin embargo, las vivencias cotidianas de las familias varían considerablemente, y esto no solo se evidencia en las cifras de ventas de los supermercados.
Al examinar distintas métricas económicas, se descubre una correlación directa entre los niveles salariales y el promedio de gasto en artículos esenciales.
Si consideramos los registros del Ministerio de Trabajo como punto de partida, se observa que la región con el salario promedio más elevado en el sector de empleo asalariado privado registrado es precisamente Santa Cruz, con una cifra de 415.249 pesos netos al mes. En otras palabras, la provincia con la situación laboral más favorable en el sector privado es aquella que contribuye en mayor medida (en promedio por ciudadano) a los ingresos de los supermercados.
Pero en el segundo lugar del ranking salarial figura Neuquén (387.532 pesos netos), también en coincidencia con los niveles de consumo en supermercados.
En este caso, queda claro que las provincias con menores niveles de ingresos (Noreste y Noroeste) son en su mayoría las mismas que se encuentran en los tramos inferiores en la relación de consumo promedio por habitante: La Rioja, Santiago del Estero, Misiones, Chaco, Corrientes y Tucumán.
Existen otros elementos que influyen en las disparidades de consumo, aparte de los niveles de ingresos, y uno de ellos es el costo de vida. Aunque no se cuentan con cifras recientes de la Canasta Básica Total (CBT) ni de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) por área geográfica.
Las más recientes estadísticas oficiales segmentadas por regiones del país (diciembre de 2022) corroboran que la Patagonia se ubica como la región con mayores costos, mientras que la zona del Noroeste es la más asequible, al menos en términos nominales.
Otro factor que impacta en las comparativas es la inflación, no solo debido a las disparidades en la fluctuación de los precios, sino también por la habilidad de los salarios en cada provincia para mantenerse a la par con el Índice de Precios al Consumidor. Aunque en las tasas anuales las variaciones tienden a ser similares: en la Patagonia, según los datos del Indec (julio de 2022 vs. julio de 2023), la variación fue del 111,1 por ciento; en el Noroeste, del 113,9 por ciento; y en el Noreste, del 113,1 por ciento.