POR OSVALDO CABRAL
LA PANDEMIA TIENE SUS BENEFICIOS: QUEDATE EN CASA, COMO MUCHOS MUNICIPALES
En el marco de una catástrofe mundial, los trabajadores municipales de la ciudad de Luján cobrarán durante este año un 25% de aumento salarial, en cómodas cuotas, pero más allá de lo que tarden en cobrar lo firmado ilegal o ilegítimamente durante el año pasado, en sus bolsillos tendrán un cuarto más de dinero de lo que cobrarán por sus tareas habituales, o incluso quedándose en casa.
No es peyorativo ni con desprecio lo que mencionamos en este artículo periodístico, sino que opinamos en el contexto de desastre mundial que nos afecta económicamente a todos. Porque, mientras de un lado tenemos al sector sindical que aglutina a los municipales, que se quejan porque durante este año no podrán sentarse a una mesa de paritarias, del otro lado tenemos a miles de vecinos lujanenses que no podrán sentarse a la mesa a comer.
Hoy, el magro salario municipal en este contexto de cuarentena, la más larga del planeta, pasa a ser el salvavidas que todo lujanense quisiera tener. Porque equivale a estabilidad, equivale a cobertura médica a través de una obra social, equivale a aguinaldos, y a poder planificar sus vidas. Quizás no es mucho dinero para los más jóvenes o recién ingresados a trabajar para la comuna; pero, para muchos municipales es un sueldo que en ningún otro lado podrían ganar, dadas las capacidades que tienen y han demostrado en los últimos años.
Decenas, cientos de comercios, miles de puestos de trabajo se han perdido en nuestra ciudad por eso del Coronavirus, sin siquiera muchos lujanenses poder salir a la calle a hacer la diaria, y la están pasando mal. Muy mal. Pero, desde el ámbito gremial con vagos argumentos están quienes nos dicen que no se trata de un aumento, sino del pago de una deuda. La que dejó plantada como una bomba de tiempo Oscar Luciani uno o dos meses antes de irse. Cuando en una especie de película tragicómica como la de Pollitos en Fuga, firmó a las apuradas y sin que los sindicalistas chisten, un acuerdo salarial ilegal, un acuerdo ilegítimo, dado que comprometió el presupuesto del próximo intendente, ya fuera este jefe comunal Fernando Casset, Leonardo Boto, Juan Carlos Juárez, o cualquier otro candidato que ganara la elecciones de 2019.
Luciani se escapó, Luciani firmó cualquier cosa, porque compró tiempo. El cobarde de Luciani compró paz social. Y así Luciani ganó tiempo, para no tener gomas quemadas y manifestaciones en la puerta del palacio municipal en plena campaña de sus socios políticos.
Luciani distribuyó mercaderías en los barrios a través de punteros políticos propios y ajenos, con tal de no tener manifestaciones en pleno centro de nuestra ciudad. Luciani entregó la zona basilical a cooperativas de trabajo, a las que les pagaba con cheques municipales con tal de no tener ningún tipo de ruido, ningún tipo de escándalo. De hecho hicimos informes periodísticos que constan en videos, cuando los y las trabajadoras que integraban irregularmente esas cooperativas nos contaban que les pagaban plata en mano quienes encabezaban esas cooperativas. Pero eran esos referentes o militantes quienes cobraban los cheques, y luego repartían algo de dinero. Sin darle a esos cuasi cooperativistas una cobertura social, ni un seguro de vida, ni cobertura social, ni elementos de trabajo acordes a las tareas que tenían que realizar, y mucho menos estabilidad laboral. Pero, todo era para mantener la tan mentada paz social. Es que se venían las elecciones.
¿Y a quién beneficiaba esa concordia y tranquilidad? Al oficialismo de ese entonces, obviamente. Y, en ese contexto los representantes sindicales de los trabajadores municipales “le hicieron firmar cualquier cosa a Oscar”, el incomprendido y nunca bien ponderado intendente Luciani.
Recuerdo a los gremialistas que al salir de las reuniones con el por entonces mandatario cordobés y se le reían en la cara con las cosas que le habían hecho firmar, nada más y nada menos que en la previa y a pocos días de las elecciones primarias de 2019, comprometiendo los presupuesto del próximo gobierno.
Es decir que los representantes de los trabajadores, los gremialistas que todos conocemos desde hace años, no habiéndose ocupado de los derechos de sus representados durante mucho tiempo, así y a la carrera y con los pantalones bajos, le manoteaban un aumento del 25 por ciento de aumento a un tipo que permitió que sus funcionarios se afanaran hasta el agua de los floreros.
Esos eran y siguen siendo los representantes de los trabajadores, algunos de ellos incluso, como el caso del secretario general de trabajadores municipales Santiago Vera, denunciado en varias oportunidades y por diferentes mujeres por Violencia de Género, había iniciado este año una serie de huelgas y quites de colaboración, incluso con la cuarentena declarada. Dejando sucia y sin recolección de residuos a toda una ciudad que debía mantenerse LIMPIA, por cuestiones de salud. Y, resulta que ahora engordan sus bolsillos, con algo firmado ilegalmente o ilegítimamente el año pasado. ¿Y, quién lo paga? Los lujanenses. Dado que Leonardo Boto, por ser peronista, tomó la decisión de no generar una guerra en el momento menos apropiado, cuando necesitamos que cada desde su lugar de trabajo se ocupe del resto. Porque, no se trata de un incremento salarial gracias al cara de bueno de Oscar Luciani. Sino del intendente siguiente, también podría haber sido Casset,… ¿Podría haber sido Casset?
Se trató de una decisión política. Leonardo Boto como intendente durante el verano podría haber dicho que tenían que sentarse de nuevo a negociar. Porque era ilegal o ilegítimo, que había sido un acuerdo de aumentos salariales firmados en la puerta de escape de la municipalidad. Sin embargo, por su origen partidario dejó rodar la pelota, entremedio sus funcionarios cometieron la torpeza de no mencionar el dichoso 25 por cuento como propuesta salarial para este año y se generaron algunos cortocircuitos. Pero, luego de un cuarto intermedio en las negociaciones, y a más de tres meses de declarada la cuarentena acordó, explicó cómo lo iba a pagar, y dio a conocer por medio de las redes sociales a los medios de comunicación la manera en que se pagará un cuarto de sueldo más para los municipales, quienes a regañadientes tuvieron que agarrar viaje.
Atrás quedaron los actos violentos de parte de algunos sindicalistas que tomaban como rehenes a los vecinos contribuyentes, y a los que no contribuyen pero siguen siendo vecinos. Atrás quedaron las bolsas de residuos amontonadas por semanas en los barrios periféricos. Atrás quedaron los guapos que inflaban el pecho hablando del hambre de sus afiliados, cuando los sindicatos durante años especularon con créditos usurarios, préstamos que lo que menos hacían era sacar a flote a los trabajadores. Ellos también eran tomados como rehenes. Pero, había un poder político que se los permitía.
Mencionamos a Santiago Vera y los problemas que tiene para tratar bien a las mujeres y las complicaciones judiciales que eso le trajo, pero, más allá que la justicia aún no ha tomado cartas en el asunto de manera seria y coherente con los tiempos que corren, no nos olvidamos el curtido y desgastado Julio Acedo del sindicato ATE, ni de Gabriel Morales del sindicato de empleados municipales, que aún no explicó por qué de su gremio faltarían 7 millones de pesos y que habría perdido su personería gremial, hasta donde sabemos por nuestras fuentes.
Pero, claro que estos sindicalistas miran para el costado, y ven solo algunas de las consecuencias provocadas por esta pandemia. Sin mirar que muchos de los comercios en los que acostumbraban a comprar o a pedir fiado fueron cerrados, como consecuencia de la falta de mercado, la ausencia de clientes en la calle. Así que, silban bajito, y más allá de semejantes beneficios de tener un cuarto más de sueldo para sostenerse durante este catastrófico año, por lo bajo insisten con la queja de que no podrán discutir OTRA mejora salarial durante el 2020.
Un viejo dicho reza: “CON LA HISTORIA PODEMOS PELEAR TODO LO QUE QUERAMOS,… PORQUE DE TODAS MANERAS NUNCA VAMOS A CONOCER LOS RESULTADOS”. Aunque si hacemos un análisis contrafáctico, hoy podemos a pensar ¿Qué hubiese pasado si Fernando Casset ganaba las elecciones?
Y en este punto nos preguntamos por Casset, porque más allá que María Eugenia Vidal y Mauricio Macri ganaron en Luján, Fernando Casset se quedó en la puerta del arco esperando un cabezazo de gol, y por poco perdió las elecciones. Es decir que fue el que más posibilidades tenía de sentase en el sillón de San Martín 550. Por eso analizamos si hubiese pagado un 25% de aumento, el que como dijimos fue firmado ilegal o ilegítimamente por Oscar Luciani. Algunos de los referentes políticos consultado en distintos espacios aseguran que “seguro que NO!”. Pues, SI bien nunca lo sabremos el resultado, como periodistas que somos tenemos la misma sensación.
Lo que sí sabemos y corroboramos, es que en medio de esta crisis económica, con miles de vecinos lujanenses quebrados económicamente y sin perspectivas de solucionar su situación al menos por este año, los municipales cobrarán UN CUARTO MÁS DE SUELDO. ¿Es un aumento o no es un aumento, por encima lo que cobraban habitualmente? Como analistas de esta realidad estamos seguros que sí. Por más que algunos militantes digan que solo es el pago de una deuda.
No se enojen dirigentes sindicales, no se incomoden muchachos municipales por lo que decimos. Describimos la realidad local con la mirada crítica que siempre tuvimos. Porque el desastre que dejó Luciani en 2019, como resultados de los OCHO años de desgobierno que los precedieron, hoy los tiene que solucionar Leonardo Boto, como también lo hubiese tenido que solucionar Fernando Casset o Juan Carlos Juárez, si alguno de ellos hubiesen sido elegidos intendente. Pero ya vendrán tiempos más tranquilos, en los que podamos analizar los errores y desaciertos de la gestión de Boto. Mientras tanto tenemos que zafar, como sea, cuidándonos, trabajando. Y, en este sentido hasta donde sabemos en el plantel municipal en muchas áreas solo hay el 25% de personal, porque el resto se tomó licencia. El que no es personal de riesgo está de carpeta psiquiátrica, y la mar en coche. Así que no son pocos los que SE QUEDAN EN CASA, y cobran un sueldo, aunque a veces a algunos municipales los vemos andando en auto, casi como paseando. Por lo que nos parece oportuno que a los que tienen problemas psiquiátricos se les debería retener la licencia de conductor. Por la seguridad del resto. Es que aseguran los médicos consultados que no estarían en condiciones de manejar un vehículo con esos antecedentes.
Este año señores municipales (trabajadores, concejales, funcionarios, etc, etc.) cobrarán un 25 POR CIENTO MÁS DE SUELDO, y fue porque USTEDES a un desconsolado intendente en fuga como Oscar Luciani, en medio de la encerrona que le pegaron dentro de su oficina, le hicieron firmar cualquier cosa. Comprometiendo ilegal o ilegítimamente el presupuesto municipal de la siguiente gestión. Mientras tanto, muchos lujanenses sin sueldos, sin aguinaldos, sin obra social ni estabilidad, habiendo cerrado sus comercios o habiendo perdido sus empleos, intentan ver cómo hace para comer.
Es la cruda realidad.