En realidad, a la nena “M” no la rescataron los policías entrevistados por la televisión, sino que en realidad los uniformados fueron parte del procedimiento, ya que al secuestrador lo entretuvieron dos vecinos, y fueron una mujer y un encargado de un galpón donde funciona una empresa distribución de panificados, según nuestras fuentes…
El hombre le hizo creer a “Carlos Savanz” que le iba a entregar algo de mercaderías, mientras la mujer se corrió del lugar y llamó al 911,… en ese interín llegó el patrullero al lugar,… Todo sucedía a la vez, pero vimos solo una parte de la escena.
La nena de siete años estaba contenida por el vecino repartidor de panificados… Por unos minutos, por unos segundos,… y recién luego fue cuando llegó la mujer policía y arrancó el video de los transeúntes, quienes mostraron cómo la cobijaba a “M” y cómo se realizaba la detención de este personaje que la tuvo tres días andando en bicicleta…
¿Quién puede dudar de la importancia de la participación ciudadana en este caso que conmocionó a toda argentina?… Además, durante la noche anterior ya una mujer había avisado de haberlo cruzado en esa cuadra mientras ella caminaba haciendo ejercicio con amigos, y para agregar algo a esta búsqueda, decenas de lujanenses anduvieron en sus coches particulares recorriendo la ciudad, rastreando a la nena. Porque todos sabían que de algún lado iban a salir en algún momento,… y he charlado con amigos que estuvieron desde las 21 del miércoles hasta las 6 de la madrugada del jueves, dando vueltas con sus vehículos, metiéndose debajo de puentes en la zona ribereña, dando vueltas por la estación de trenes, por la Terminal de Ómnibus, por la traza de las vías del Ferrocarril Sarmiento, y en diferentes barrios, cruzándose entre ellos en varias oportunidades estos vecinos solidarios, y reconociéndose sin decir nada. Sabiendo cada vecinos que el otro también estaba haciendo lo mismo, en soledad o con su pareja o con amigos, dando vueltas tratando de ver en algún lugar al denunciado Savanz. Confesando los consultados que no vieron a muchos patrulleros ni vehículos oficiales rondando las calles a esas altas horas de la noche.
Gracias a todos y cada uno de los vecinos de Luján, que se hicieron carne de esta situación, porque le puede suceder a cualquiera de nosotros y es bueno saber que un lujanense cuida al otro.