Los movimientos populares de Argentina, con su secretario general a la cabeza, Esteban ‘Gringo’ Castro, concentraron ante la Basílica Nuestra Señora de Luján para rezar por el Pontífice en sus ocho años de gobierno.
“Deciles, por favor, que les agradezco. Que rezo por ellos, sus familias y el trabajo”.
Fue el obispo de la diócesis Luján-Mercedes, Jorge Eduardo Scheinig, quien reveló este sábado 13, el mensaje del Santo Padre ante los miles de integrantes de los Movimientos Populares que se acercaron a la Basílica de la Virgen patrona de la Argentina.
“Le escribe antes de ayer (jueves 11 de marzo) que ustedes venían ante la Virgen, nuestra madre, a rezar por él y hoy me respondió”, contó Scheinig delante de una precaria carreta, que se usó como escenario y allí se colocó una réplica de la Virgen de Luján.
En una improvisada fila con sillas de plástico escuchaba uno de los secretarios generales de la Confederación General del Trabajo (CGT), Héctor Daer. Fue la segunda sorpresa de la oración por el Papa, ya que no estaba anunciada su presencia, que fue recibida con gratitud en el contexto que el pasado miércoles 10, el Estado Nacional argentino creó un registro de organizaciones de la Economía Popular, para otorgar personería social, similar a un sindicato para los Movimientos Populares, que en una segunda instancia podrán solicitar el ingreso a la Central sindical argentina conocida por sus siglas, CGT.
Minutos antes del obispo, este sábado 13 de marzo, al mediodía, bajo un sol pleno sin sombras, las ofrendas para el Papa y la Virgen de Luján fueron las herramientas de trabajo de los integrantes de Misiones de Francisco: Un cucharón de madera (propio de merenderos y comedores), cuadernos (de los talleres de apoyo escolar), un pesebre de madera (de una cooperativa de trabajo) y una remera (confeccionada por mujeres).
La oración contó con la reflexión de Marta, de la localidad bonaerense de Máximo Paz e integrante de Misioneros de Francisco, que había participado en el encuentro de los Movimientos Populares en el Vaticano. “Nosotros los misioneros anhelamos su visita, aunque sabemos que otros países lo necesitan mucho más”, dijo Marta con un pañuelo que representaba la bandera de Palestina y cerró pidiendo un rezo por Medio Oriente.
Un joven en lujan
Luego un joven, Lucas, tomó el micrófono y desde arriba de la carreta campera, el escenario para este acto de fe, e hizo un breve repaso histórico sobre la unidad de los Movimientos Populares, junto a la fe y la lucha, llevaron a la movilización del 7 de agosto de 2016 desde la iglesia San Cayetano en el barrio de Liniers, el patrono del pan y el trabajo, a la Casa Rosada, sede del Gobierno Nacional.
“Porque no queremos más un sistema que excluye y no olvidamos las enseñanzas del Papa Francisco. La alegría es compartir, no acumular. Nos enseñas la paz entre los pueblos. Nos enseñas que las finanzas no pueden dominar al mundo. Francisco te queremos mucho, y frente a nuestra madrecita, te pedimos con mucha humildad que te queremos en tu casa, porque sabemos que nos vas hacer más fraterno entre todos. Por eso vamos a misionar tu visita, rezamos por vos”, cerró el joven para luego proclamar las 3T: Techo, Tierra y Trabajo.
A todos los presentes, el obispo local pidió que se pusiera una mano en el corazón “para bendecir sus luchas, que nunca pierdan la fe y la esperanza”, luego les pidió extender las manos a la Virgen de Lujan “para pedirle por el trabajo” y para la tercera bendición (que al principio explicó que significa desear el bien, maldecir es desear el mal) “agarrados de las manos, después se pasan alcohol en gel, le pedimos a nuestra madre que cuide al Papa Francisco y por una patria más fraterna”. Y al concluir el religioso pidió que “sostengamos al Papa con nuestra oración y vida misionera”.