POR: OSVALDO CABRAL / CONTAME LO QUE TE PASA: +549 2323 578548, Whatsapp
En la ciudad de Luján las noticias a veces no dejan de sorprendernos, y en esta ocasión tomamos conocimiento acerca de un caso, que ocurre en un barrio periférico de nuestra ciudad, y las autoridades municipales tomaron conocimiento de la situación, por lo que se dio participación a la justicia, que a partir de la denuncia de vecinos se tomó la decisión por medio de la policía de remitir a la mamá y a esta nena a la Comisaría de la Mujer. Y, la menor de edad fue derivada a un lugar donde fuera contenida con asistentes sociales y psicólogos.
Según los testimonios, la mujer es madre de dos hijos, un nene y una nena, y sometía a hija más grande a malos tratos. Encerrándola en una habitación, sin agua, sin comida y sin un servicio sanitario como para que al menos la menor de edad pudiera hacer uso de un inodoro ante las largas horas en que estaba privada de desplazarse con libertad.
Pero, en Luján, el asunto de la restitución de un menor de edad a sus padres no es cosa fácil, según dicen, y cuando decimos PADRES nos referimos a que es complicado que un HOMBRE logre obtener la custodia de sus hijos, dado que hasta donde sabemos el Juez de Familia en nuestra ciudad contaría con gran cantidad de denuncias al respecto, sería objeto de un Jury de Enjuiciamiento, por presuntas faltas de deberes de parte de este funcionario de la justicia. E inclusive trascendió que en determinados casos “tuvo que intervenir el Juez de Familia de San Andrés de Giles, porque este tipo no se movía e impedía que todo se moviera por culpa de las feminazis que trabajan con él”, según nuestras fuentes, dado que “te cambian las declaraciones en los expedientes. Te arman unos quilombos terribles cuando vas a denunciar algo”, pero, en este caso de la menor encerrada por su mamá fue denunciada por VECINAS, mujeres. Así que se supone que la cosa podría moverse judicialmente, aunque el éxito nadie lo tiene asegurado.
Las vecinas del barrio se daban cuenta de los sometimientos que padecía esta nena, incluso la invitaban a comer a sus domicilios porque advertían que pasaría hambre, aunque su mamá ha manifestado que: “Tiene estómago chiquito”. Incluso, en algún momento durante el ciclo escolar del año pasado la nena apareció en la escuela rural a la que asistía, con un corte de cabello como si se tratara de un chico, prácticamente rapada. E incluso, según los testimonios que recogimos, “a la nena la viste como a un chico. Y pasa varios días sin bañarse, incluso sin comer”. Dado que “la mamá se va con su macho y la deja encerrara en su casa”.
Esta nena incluso era invitada a casa de sus vecinos, no era fácil que su madre le diera permiso de ir, pero cuando lo hacía era convidada con leche, galletitas, algo de almorzar o de cenar según la ocasión, e incluso en alguna oportunidad la dejaron pasar la noche en domicilio de vecinos, quienes se daban cuenta que su ropa e higiene no era estaba del todo bien, por lo que la hacían bañarse y vestirse con ropa limpia. Prendas de vestir que luego su madre le sacaba y la tiraba, vistiéndola como si fuese un varón. Maltratándola casi de manera permanente, según nuestras fuentes.
A diferencia del trato que tiene para con su hijo menor, en una ocasión “se rompió un mantel y los culpó a los chicos, y el mientras el nene estaba acostado en un sillón, a la nena la tenía arrodillada contra una pared en penitencia”. Y, en el día de ayer sábado 24 de octubre, en un determinado momento, las vecinas advirtieron que la nena estaba sola en la casa nuevamente, por lo que se acercaron al lugar y a través del vidrio roto de la ventana de una habitación mantuvieron una charla, y en ese momento la nena les pidió de que quería que le entregaran una carta a su papá y a su madrastra, por quien tiene un gran aprecio. Y en ese momento le dieron algo de comer y beber, ya que ayer y el día viernes no habría comido correctamente en su casa.
Entre todo esto, había mucho temor de parte de los vecinos, que la nena fuera víctima de algún tipo de represalia por parte de su madre, si se daba cuenta de que había contado lo que le pasaba o que las vecinas le habían dado de comer. Por lo que hicieron un pacto de no contar nada del asunto, hasta tanto pudieran dar a conocer esta situación a las autoridades policiales y judiciales. Con el objetivo que la nena estuviera protegida ante cualquier reacción de parte de su progenitora.
Hoy, domingo por la tarde, en la Comisaría de la Mujer y la Familia se presentaron los testigos, quienes tomaron contacto con las autoridades políticas y judiciales locales a través de la preocupación que tomó por este asunto Ángel Talabera, el Delegado de la barriada de la ruta 192, quien al enterarse del peligro que atravesaba esta nena inmediatamente hizo poner en marcha una especie de protocolo.
Fue la policía local, con la participación de asistentes sociales y psicólogos los que se presentaron en un domicilio, constataron la presencia de la menor de edad y su hermano más chico, además de la madre denunciada, y en principio los separaron, yendo todos a la Comisaría de la Mujer y la Familia. Por lo que aparentemente, luego de las pericias psicológicas de rigor sobre ese núcleo familiar, y sobre el de su padre con su nueva pareja, quizás la tenencia de la nena le sea dada a su progenitor, que era con quien la nena quería comunicarse a través de una carta firmada con una cara con una sonrisa. Escrito que específicamente estaba dirigido a su papá y su madrastra.