La mujer denunciada es Ximena Montes, quien si bien vive en Luján NO es oriunda de esta ciudad. Y la investigación fue iniciada a partir que el año pasado, cuando fue candidata a concejal, es que en ningún momento de la campaña manifestó que era odontóloga, lo que generó muchas sospechas, puesto que su esposo Gustavo Miano así la presentaba en cada ocasión que podía, como “una de las mejores odontólogas de Luján”, ante amigos y referentes políticos. Incluso ella, entre los odontólogos de la ciudad de Luján, se hacía pasar como una “colega”, y de hecho todos los profesionales consultados estaban convencidos de esa condición “por su diálogo con terminología profesional”.
Las sospechas que se generaron se debieron a que en plena campaña política ante las cámaras y micrófonos de los canales de televisión y las radios locales y en alguna ocasión de nivel nacional, JAMÁS mencionaron nada acerca de su supuesta “profesión”, incluso participando en varias mesas de debates sobre la realidad local, en las que Montes contaba con vehemencia las supuestas ideas maravillosas que tenía para resolver la problemática de los barrios pobres, los mismos barrios donde prometía en las sociedades de fomento, que: “Iba a desarrollar un plan de atención odontológica destinada para los chicos y los mayores de edad pobres, y gratis”, aunque claro está, solicitaba por otro lado y como compromiso con su espacio político, que las mujeres de diferentes locaciones militaran para ella, generando así una gran fuerza de choque contra los políticos corruptos, los inmorales de siempre.
De hecho, junto a su esposo Gustavo Miano de manera permanente declamaban que “la dirigencia política de Luján tiene una doble moral, y no miden a todos con la misma vara”. Una cuestión que repetían permanentemente en sus arengas, eso de “la doble moral”, “la doble moral”,… y “la doble moral”, sin mirar la viga que tenían en el ojo, ambos.Hay muchas grabaciones de audio con sus discursos, los que fueron puestos a disposición de la justicia, estando la causa penal iniciada a partir de la denuncia del Colegio de Odontólogos del Distrito 5to, representado por el Doctor Ángel Garcé, oriundo de la ciudad de Pilar.Por lo pronto, resta esperar la decisión de la Fiscal Laura Cordiviola, una de las fiscales a cargo de la Fiscalía descentralizada dela ciudad de Luján, dado que le fueron aportados nombres, direcciones y condiciones en que se encuentran muchos pacientes, los que denuncian padecer diferentes afecciones a partir del tronchado de dientes con un torno, y sin anestesia en algunos casos.
Por parte, esta “odontóloga trucha” junto a su marido deberían enfrentar pesadas cargas penales, por la presunta comisión de diferentes delitos, dado que según lo expresado por los abogados consultados, hasta “podría tomarse como una asociación ilícita lo que hicieron”, porque la pareja estaría de acuerdo en falsear la posesión de títulos, y su marido habría sido una pieza clave para estas cuestiones de atención de personas de manera irregular, dado que se los atendía en su presencia, en un consultorio no habilitado, con un sillón de odontología que estaba instalado, por ejemplo, en el pequeño departamento que este hombre tenía alquilado en la calle Guitiérrez 2103, según los testimonios de “pacientes”, quienes aseguran que eran atendidos en una habitación, donde antes Gustavo Miano tenía su cama y su ropero. Entre otros domicilios compartidos por los mencionados.Incluso, Gustavo Miano en varias oportunidades manifestó que él mismo se encargaba de viajar a la capital federal en el automóvil de su esposa, donde compraba materiales de odontología a los proveedores, según sus propias afirmaciones.
Por esta razón, a los letrados consultados les parece que “les cabría lo de asociación ilícita. Porque no es que Ximena solo haya afectado a la salud de la gente sin tener título habilitante, sino que era algo pensado entre ambos como un gran negocio, así como se lo ve. Porque por un lado no tenían costos, no tenían control, y porque para la conformación de una asociación ilícita se necesitan dos o más personas. Y por lo que hay dentro de la investigación, había gente que le conseguía clientes en el barrio”, expresaron nuestras fuentes judiciales, porque dados los testimonios recogidos en diferentes barrios y localidades, en los que fueron detectadas personas que ante la consulta de dónde se podía encontrar a alguien que solucionara problemas dentales, inmediatamente tomaban el teléfono y le avisaban a Ximena Montes, la que fue identificada como “la dentista del barrio”, la que al parecer tendría un circuito armado en almacenes, kioscos, unidades básicas y talleres mecánicos, donde “les conseguían clientes”.
Los vecinos atendidos por Ximena Montes, se contarían por decenas y quizás hasta por cientos dado el largo tiempo que “trabajó en Luján y en la capital federal”, junto a supuestos “socios” que ella misma mencionaba tener, aunque se desconoce si serían odontólogos o mecánicos dentales (o dicho de otra manera porque parece ser más fashion, una “técnica protesista”, como ella según la confesión de su propio marido), y algo que debemos mencionar además de todo lo relatado, es que habría una característica peculiar de la denunciada penalmente, y es que “cambiaba frecuentemente de domicilio. Y así por muchos años pudo escaparse del Colegio de odontólogos, por eso alquilaba y después se mudaba, para que le pierdan el rastro”.