“La Municipalidad tumbó con una pala mecánica un aguantadero que se vendía en las redes como una casa a terminar, con terreno de 10×20, por menos de 2.500 dólares, y estaba construida sobre una calle”
En la Capital de la Fe la ocupación ilegal de tierras es un problema que data desde hace décadas, y es una realidad que muchos inescrupulosos construyeron donde se le antojó, debido a la gran cantidad de lotes vacíos que siempre hubo en barrios y localidades, los que en definitiva son o eran parte del patrimonio de otros lujanenses y de foráneos, los que en su momento compraron tierras a modo inversión y en muchos casos se vieron forzados a iniciar juicios, a veces sin éxito, para recuperar sus propiedades. Ante este tipo de situaciones, la Municipalidad mandó a voltear una casa que “era usada como aguantadero”, y una pala mecánica le pasó por encima.
Algunos interpretan que “en Luján no había seguridad jurídica”, para los vecinos de bien que trabajan, ahorran e invierten en la compra de un terreno, para construir a través de los años una casa, como Dios manda. Porque de un día para el otro, y según la gestión de turno que nos han tocado en gracia, en determinado momento te encontrabas con una familia viviendo en tu lote, con medidor de luz y todo.
Las parcelas de bendita tierra en Luján, con el aporte de alguna información que salía durante años de algunas cuevas relacionadas con lo catastral, han sido objeto de cuantiosas usurpaciones. De hecho en su momento investigamos y denunciamos a quienes pasaban a nombre de sus parientes y amigos gran cantidad de lotes, y a los funcionarios y ex concejales/empresarios de la noche que alambraron incluso manzanas completas, en las inmediaciones de la del campo de deportes de la UOM. Un tema aún a resolver.
Pero, en Luján desde hace un tiempo a esta parte se tomó la decisión de reorganizar esta situación, y así quedó demostrado hoy al tumbar con una pala mecánica un aguantadero en el barrio Padre Varela. El espacio que los propios vecinos denunciaron con valentía, como un lugar usado para la venta de estupefacientes, por lo que aplauden la decisión municipal de tirar abajo a las precarias viviendas ilegales, que no cuentan con títulos de propiedad, no tienen planos aprobados ni cuentan con servicios. Las que se terminan construyendo a la que te criaste y casi sin costo, vendidas en las redes sociales por cifras exiguas, lo que termina siendo parte de un gran negocio de algunos vivos,… ¿Quiénes son parte de este entramado?
Mientras tanto, desde el área de Acción Social municipal se comenzó a buscar una solución habitacional real, para una joven que con sus hijos estaría alentada desde algún sector político a reclamar públicamente por las redes sociales, interpretando esta mujer a que tendría alguna especie de derecho sobre esa casa construida sin permisos en medio de una calle, la que fue tumbada por una pala mecánica municipal, tal lo reclamado por los vecinos de la zona, al sentirse afectados por las ocupaciones ilegales. El esposo o pareja de esta mujer se encuentra detenido, privado de la libertad, según nuestras fuentes.
Para que se entienda mejor: Por los datos obtenidos entre especialistas en construcción consultados en los barrios en cuestión: “Hay paredes levantadas en pocos días en terrenos usurpados”. Es decir que no tienen un costo de base, tampoco cuentan con permisos de construcción, casas que se hacen por alrededor de 100 a 150 mil pesos, con un dudoso origen de los materiales de construcción utilizados, casas a las que les sacan foto y las ofrecen en los grupos de Facebook por 750 mil pesos, lo que sin dudas resulta un buen negocio para algunos personajes.
Claro está que ninguna documentación tendrá el “nuevo propietario”, lo que redunda en un problema para el resto de los vecinos y además para la municipalidad. Porque se sumó un nuevo domicilio, al que hay que recolectarle los residuos y prestarle servicios, sin que haya existido planificación urbana alguna. Y, si bien este “nuevo propietario” tiene que tramitar de alguna manera el medidor de energía, simplemente va al Registro Civil y allí le extienden un Certificado de Domicilio, el que se lo entregan firmado y sellado solo por haber dicho que habita allí desde hace años.
Pero, a veces ni hace falta pasar por ese Registro Civil, porque directamente se enganchan del tendido eléctrico y listo. Así estamos! La Cooperativa Eléctrica nada controla, por esta y varias otras razones tenemos un 20% de robo de energía eléctrica, lo que redunda en que el resto de los socios paguemos un Aporte de Capital extra sobre nuestras facturas como para que la Cooperativa Eléctrica no quiebre.
Nada es gratis: Todo suma costos a la ciudad, y el resto de los vecinos somos los que pagamos por los “nuevos lujanenses”, los que alcanzan esa denominación por menos de 2.500 dólares (los 750 mil pesos que se piden en Facebook por una casa con terreno en Luján, jeje!).
En el marco de un trabajo realizado entre el área de la Dirección de Tierras y la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU), se han relevado barrios y localidades del Partido de Luján, por lo que desde la Municipalidad de Luján se impulsó un Plan de Viviendas con el otorgamiento de unos 850 lotes a vecinos de nuestra ciudad, terrenos ubicados en el barrio Los Laureles y en la localidad de Torres, y en este marco es que son los propios lugareños quienes identifican los lugares de conflicto social de cada localidad.
Los vecinos consultados en estos relevamientos señalan las viviendas que no se encuentran en condiciones de ser habitadas por su estado y antigedad, algunas en construcción cuyas obras por diferentes razones quedaron inconclusas en su momento y terminan siendo ocupadas irregularmente. Por lo que el relevamiento de las áreas intervinientes, con la ayuda de los propios vecinos, apunta al objetivo de lograr mejoras integrales y concretas en cada barrio.
EL AGUANTADERO DESTRUIDO
La casa en cuestión se encontraba implantada en las inmediaciones de las calles Chubut y Roma, en medio de una calle, es decir que se trataba de un lugar que era de paso de los vecinos de la zona, y era señalada por todos cómo una casa no habitada y que en el lugar se realizaba venta de drogas, por lo que era usada como escondite de delincuentes.
Entre los mencionados hay apellidos que se repiten como: “Roggero, que se encuentra detenido en este momento”, además de “el chilenito Amalfi”, quien se encuentra prófugo tras varios tiroteos con la Policía. Entre otros nombres, apellidos y apodos aportados a la justicia. Algunos de ellos reconocidos como militantes políticos o allegados a espacios de militancia, quienes “son muy conocidos” porque alteran la tranquilidad de los lujanenses. Y, al parecer, ante las consultas vecinales muchos dejaron de tener temor y aportan datos, de diferentes maneras, incluso vía telefónica con fotos y videos de las situaciones, lo que ayuda a la justicia a hacer su trabajo.
SE PRESENTÓ “UNA COMPAÑERA”
Luego de la demolición de la vivienda que estaba sin terminar, se hizo presente una joven, quien aparentemente sería pariente de quien comenzó a levantar las paredes, en un espacio que no les pertenece y queda en medio de una calle. Una joven que, según sus propios dichos, estaba por mudarse allí en algún momento. Pero, el único papel que tendría sería un Certificado de RENABAP (Registro Nacional de Barrios Populares, que reúne la información de villas y asentamientos en la República Argentina), un certificado que estaría “a nombre de su primo”, quien estaría involucrado recientemente en un hecho de sangre en el barrio Padre Varela, de cuando ocurrió un tiroteo en el que resultó herido un joven de apellido “Conti”.
Aquí es donde como por arte de la militancia interviene una agrupación política identificada como “CTD” en las redes sociales, afirmando que la joven en cuestión es una “compañera”, (Recuerde querido lector que sería la prima del que tendría un Certificado del Registro Nacional de Barrios Populares, Villas y Asentamientos o algo por el estilo), y salen a bancarla por Internet.
Pero esto se contrapone con lo que reclaman los vecinos de este y otros barrios y localidades de Luján, del ordenamiento territorial, y fundamentalmente la destrucción de los aguantaderos, que son los ámbitos donde se esconden los delincuentes que comercializan drogas, y así se comienza a destruir a LA FAMILIA, por la venta de narcóticos. Aunque, suponemos, que la “CTD” no estaría en favor de esto, ¿no? Se supone que están por el bien de la sociedad, de militar por viviendas dignas, no hechas en medio de una calle, sin planificación, sin planos, sin títulos de propiedad, lo que termina afectando al resto de la sociedad ¿no?
Tal como mencionamos, desde el área de Acción Social municipal se comenzó a buscar una solución habitacional real, para esta joven y sus hijos, la que estaría alentada desde un sector militante a reclamar públicamente, dado que su marido se encuentra detenido, privado de la libertad.
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