Los efectivos policiales asistieron en un patrullero a un llamado de emergencia desde la zona de la ribera, detrás de la Basílica de Luján, ante la sospecha de la comisión de un delito a la vera del río Luján, y cuando los uniformados llegaron al lugar se encontraron con un hombre que había arrojado algo a las aguas del Luján, se trataba de un cuerpo descuartizado.
Luego de las averiguaciones sobre lo que el hombre había arrojado al río, se determinó que era el cuerpo de un hombre, con sus extremidades cortadas, y se presume que la muerte no habría sido dada en el lugar, puesto que el baúl del vehículo BMW de color celeste en que se movilizaba estaba lleno de sangre, por lo que se presume que quien fue identificado como escribano venía desde la ciudad de Morón, de donde es oriundo.