Entre las cuestiones que tienen que ver con las tomas ilegales de terrenos en Luján, nos encontramos con que “el hijo de un bombero” ocupa actualmente una gran fracción de tierras, pero además y a pesar que el tendido eléctrico no llegaba gasta ese lugar, “los de la Cooperativa Eléctrica le llevaron la luz hasta la puerta, porque le hicieron un tendido de una cuadra de distancia”, aseguran nuestras fuentes.
Suena irreal, pero, es lo que denuncian todas las fuentes consultadas, con relación a la manera en que en Luján se pierde seguridad jurídica sobre la propiedad privada, y con la ayuda que presta la Cooperativa Eléctrica se facilitan las intenciones de los que se quieren quedar con lo ajeno. Ya que se instalan y se habilitan los medidores de luz, para los que usurpan terrenos en nuestra ciudad. Claro está que incluso en muchos casos una vez que tienen el medidor del suministro eléctrico en la puerta “después dejan de pagar y se enganchan de los cables”, por lo que el trámite de posición queda casi concluido, pero el consumo de lo que usa esa familia para vivir lo pagamos el resto de los lujanenses, a pérdida de nuestros bolsillos. Ah, viene a nuestra memoria que de determinadas fuentes oficiosas nos llegó el dato de que no estarían publicados online los balances de la entidad social más grande de Luján. Algo que nos ocuparemos de corroborar en breve.
De esta manera, con la ayuda de la Cooperativa Eléctrica que pagamos casi todos (incluso ya hemos informado de la presunta conformación de una “mini Cooperativa Eléctrica, de la que participan trabajadores del sector, en perjuicio del resto de los vecinos, con presuntas conexiones truchas, salteando medidores, de lo que hablaremos en otro momento y más en detalle), gracias a la excusa de que se cumple con una ordenanza, quien tiene la soga al cuello es propietario de cualquier lote, porque está librado a la buena de Dios, porque cualquiera se le puede meter en el terreno que se compró en base a su trabajo y ahorros, teniendo así un doble problema. No solo porque le ocuparon su lote con una casilla, y no lo puedan sacar prontamente por acción la sobresaturación de trabajo que tiene la justicia, y por eso tardan en llegar las soluciones, cuestión que aprovechan los usurpadores. Los que además creyéndose con derechos, levanten una casas en donde se les ocurra, y así se pierden más derechos frente a la peculiar Constitución de leyes lujanenses, las que son rubricadas en el Concejo Deliberante de Luján, ese espacio donde se aprobaron ordenanzas, hace ya muchos años, que legalizaron la toma de tierras por parte de cualquiera, en perjuicio de muchos vecinos de bien.
En este sentido, investigando, comenzamos a identificar quienes los usurpadores, con nombres y apellidos, y comenzamos a cruzar datos, y nos encontramos con todo tipo de relaciones, por ejemplo y en este caso: “el hijo de un bombero”.
Es decir que están quienes nos cuidan desde el cuartel, y lo decimos con el más absoluto respeto por esta institución, pero sus hijos son los que nos roban al resto de los vecinos, nos ultrajan, y nos violan el derecho a la propiedad privada. ¿Y no podemos decir nada porque se trata del hijo de un Bombero? ¿Algunos se pueden poner mal por tratar este asunto que toca de costado a la entidad?
Pero, no es el primer ni el único mal ejemplo que encontramos entre estos servidores públicos, que en su gran mayoría son ejemplo de rectitud y dedicación, pero, deberían en este mismo cuartel ocuparse de separar a las manzanas podridas, porque no alcanza con cambiarlos de destino, como ya ha pasado, y no nos referimos únicamente a estas cuestiones de usurpaciones, sino que también abundan los comentarios entre los muchachos del cuartel de daños contra la moral de terceros, y no es el cuento de un pajarito, son datos reales, porque incluso tenemos el testimonio de un joven Bombero que se sintió avanzado dentro del mismísimo cuartel. Hasta incluso, hemos denunciado actos de violencia protagonizados por algún Bombero, que salió a bancar o sostener la peculiar militancia de su hermana en la localidad de Jáuregui, mujer que actúa políticamente en nuestra ciudad. Hechos que denunciamos oportunamente como trabajadores de prensa, poniéndonos además en contacto telefónicamente con algunas de las autoridades del cuartel, para que estén al tanto de lo que sucedía. ¿Y cuál fue la solución? Pues, hasta el momento que están avisados que nos enteramos de muchas cosas, y que además las contamos públicamente. Como corresponde.
Pues, ahora, entérense también, de lo que denuncian los vecinos del barrio El Ceibo, que dan a conocer que “el hijo de un bombero” usurpa varios terrenos a la vez, plantando cada vez más cantidad de postes incluso en horas de la noche, con bajada de luz y todo, habiéndose metido en terrenos privados, los que pertenecen hasta donde tenemos conocimiento a las herederas de la familia del fallecido profesor Isidoro González.
No se enojen con los que investigamos lo que pasa en nuestra comunidad, ocúpense de correr a un costado a los que no se portan como deberían comportarse dentro de entidades que nos pertenecen a todos como sociedad. Esa es la mejor manera de prosperar como personas. Por nosotros como así también para con nuestros hijos.