PERSECUCIÓN RELIGIOSA EN LUJÁN

El trabajador colaboró con la empresa desde su creación en la sucursal Luján, impidió robos de los que los responsables no habrían hecho denuncias, un gerente le pidió que la próxima vez le llevara a las “mecheras” a su oficina para hacerlas desnudar, algo de lo que el finalmente despedido evidentemente no iba a realizar.

Por Osvaldo Cabral

Resulta curioso que además uno de los gerentes de la empresa haya hecho encender un fuego para hacer un asado, y que casualmente se incendien unos pallets de madera, y que a su vez se incendie su camioneta que estaba en el lugar, la que costaría unos 2.5 millones de pesos, y por la que habría cobrado el seguro, según nuestras fuentes.Hasta donde sabemos no habría denuncias policiales por los intentos de robos perpetrados por parte de tres mujeres, las que desplazaban un carrito con electrodomésticos de alto valor.

Mujeres a las que dejaron ir, sin detenerlas o sin mandar a detenerlas por parte de los efectivos policiales. Sin embargo, después de estos episodios un trabajador al que ya venían acosando por sus creencias religiosas lo terminaron despidiendo junto con otro compañero, pero a este segundo por presión del sindicato de camioneros lo reincorporaron, no así al trabajador que estaba afiliado al gremio de mercantiles, un sindicato que funciona bajo la conducción de Sergio “Cucurucho” Gauna, identificado este secretario general por trabajadores de la heladería que se encuentra en el Hipermercado Carrefour de la avenida Constitución en la ciudad de Luján como su empleador.

Así que Gauna queda ubicado de los dos lados del mostrador, sindicalista-empresario. Y, en particular en el caso del Hipermercado Diarco, con su sucursal ubicada en la ruta 5 casi en el ingreso de la localidad de Jáuregui, Partido de Luján; Sergio Gauna operó en la elección de Delegados, en combinación con la gerencia o subgerencia del lugar, dado que a pesar que los trabajadores tenían ya definido quién los iba a representar, Gauna dejó que votaran los NO afilados a su gremio, entonces el Delegado “elegido” fue otro diferente al que los trabajadores habían acordado, quizás “el elegido” fue alguien que resultara “más dócil” tanto para el gremio como para la empresa. Extraño ¿no?

Realizamos consultas para saber quién es “David”, el despedido que hasta el momento no fue reincorporado, y todos coincidieron en que se trata de “un buen tipo”, “muy trabajador”, “él trajo su pincel y su pintura para pintar algunos lugares cuando vinieron a filmar una publicidad”, “David trajo una olla de tipo industrial para hacer comida para los muchachos”, “David limpiaba otros sectores y hasta los vidrios, ayudando a las mujeres que hacen la limpieza”, “Detectó que se querían afanar televisores y otras cosas que se llevaban en un carrito, y no le dijeron ni siquiera gracias”, “no hay denuncias por los intentos de robo, no quisieron hacerlas y no sabemos por qué”, “el gerente le decía jefecito, y le tiraba las cosas”, “el gerente mandó a prender fuego para hacer un asado y agarraron llama los pallets y se le prendió fuego la camioneta, y él cobró el seguro, pero los que se les prendieron fuego las motos no cobraron nada”, “Él tenía una estrella de David en la puerta de su locker, y había un par de compañeros que le decían cosas, judío circuncidado, violador, que todos los que eran como él se cogían a los chicos, Mangeri (por el caso del portero detenido por el abuso y muerte de una chica en capital federal), trataban de hacerlo enojar”, según diferentes respuestas ante nuestras consultas, de personas que compartían sus días con este trabajador ya dentro de la empresa con alguien identificado como “Fernando”, que sería cuñado del propietario de Diarco e integrante de la junta directiva, se capacitó en el Mercado Central, así que todos los antecedentes de “David” son buenos, y por ello periodísticamente reclamamos respuestas de parte del sector de la dirigencia política lujanense, como así también de parte de la CGT, puesto que a nuestro entender se trata de una persecución religiosa. La de despedir a alguien por sus creencias y no por su desempeño si este fuera puesto en duda.

En este contexto, el que más expuesto queda es Sergio Gauna como secretario general, más allá de la exposición que de por sí está teniendo Diarco como empresa, en este error de gestión empresarial. Y afirmamos que el más expuesto es “Cucurucho” Gauna, porque el otro gremio defendió los derechos de su trabajador, pero el sindicato de mercantiles no, y habiendo una persecución religiosa, dado que se le dice a alguien “judío circuncidado” entre otras cosas, relacionamos nuevamente la Fe de Sergio Gauna “un católico ortodoxo” o acaso “un católico fanático de sus creencias” tal como lo mencionan, quien ha hecho peregrinaciones en el Día del Trabajo hasta la Parroquia San Cayetano de la ciudad de Luján, a contramano de la circulación de la calle Alsina (lo que también tiene sus significados) y por medio del abogado del Sindicato maltrató al trabajador, tratando de pegarle este letrado al despedido de Diarco cuando “David” fue a las oficinas del gremio a pedir que lo defendieran. Ya que mientras “David” estaba trabajando fue su esposa quien lo llamó por teléfono para avisarle que había llegado a su domicilio un telegrama de despido, por lo que el trabajador que tenía una estrella de David en su locker esperó a terminar su horario de trabajo y se dirigió al gremio a preguntar por esta situación inesperada, una situación que el abogado del sindicato de mercantiles confesó conocer desde hacía tiempo, y que sin embargo nunca avisó a su afiliado, ¿por qué en el gremio sabían que la empresa iba a despedir a “David” y desde el gremio nunca le avisaron al trabajador? ¿Hay connivencia, complicidad, conspiración y/o acuerdos entre los estratos intermedios de la patronal y el sindicalismo, para sacarse de encima a los que trabajan bien? ¿Esto es para que nadie sobresalga por hacer con responsabilidad su trabajo? ¿A quiénes puede molestar que alguien evite grandes robos, limpie, pinte, asista a sus labores, haga horas extras y se ocupe de sus compañeros de trabajo?

Es que, “el incendio se produjo justo en un momento en que no estaba “David”, y fue uno de los gerentes quien mandó a prender fuego, lo que terminó incendiando los pallets y su propia camioneta”, dicen nuestras fuentes. Pues, a nosotros como periodistas nos resulta extraño en una empresa con el nivel de Diarco, pero estando relacionado en todo esto Sergio Gauna, que no controla a las empresas de sus amigos heladeros, quienes tienen por mucho tiempo a trabajadores en negro, no es de extrañarnos.

Es más, nos es habitual en nuestras recorridas encontrar COMERCIOS CON TRABAJADORES EN NEGRO, y con los empresarios quienes no reconocen sus derechos laborales, sus empleados no tienen aportes, no tienen cobertura social, no tienen antigüedad. Ah, pero algún descocado empresario nos manda mensajes por Whatsapp, dándosela de amigo, afirmando que nos conoce desde hace más de 30 años. Pero al escuchar nuestras repuestas se llaman a silencio, cierran “el tuje”, y jamás vuelven a pedir misericordia ante nuestras informaciones que se hacen públicas periódicamente, cada vez que encontramos una injusticia, de este u otros tipos.Pero, claro,… los que se hacen millonarios son los amigos de “Cucurucho” Gauna, un sindicalista que vive rodeado de guardaespaldas y seguridad policial, y habita en uno de los barrios cerrados más exclusivos de nuestra ciudad. Teniendo este sindicalista “una máquina de contar billetes en su casa”, y son estos empresarios amigos del gremialista quienes viajan de vacaciones por el planeta, a costa de lo que les niegan a los trabajadores.

Es decir que ENTRE TODOS VIOLAN LA LEY. ¿En las heladerías de los amigos del secretario general de mercantiles hay inspecciones desde el ámbito de Trabajo trabajo? Evidentemente NO,… PORQUE LOS TRABAJADORES SIGUEN ESTANDO A LA VISTA DE TODOS, además delos que se dedican a la producción y que se encuentran en la trastienda,… Y PASAN DESAPERCIBIDOS, ¿A CAMBIO DE QUÉ? Podemos preguntarnos como investigadores de estos casos de corrupción.

Esperamos ver en algún momento alguna infracción e parte del Ministerio de Trabajo, ¿O se quedan helados ante semejante nota periodística?En conclusión, estamos seguros casi al 100% que la dirigencia de Diarco no tiene idea de lo que está pasando tras bambalinas. Porque quien es despedido resulta ser un buen trabajador, identificado por todos los consultados como alguien de bien, que es perseguido por sus convicciones religiosas. Y “David” es quien se ocupaba de ayudar a sus compañeros con la realización de tareas con las que incluso él no está obligado a hacer, como por ejemplo ayudar a limpiar el piso del local y limpiar los vidrios: “Porque a la gente que es cliente hay que recibirla con ganas y bien”, dichas estas palabras por este trabajador que fue capacitado en el Mercado Central por “Fernando” (el cuñado del dueño de Diarco e integrante de la junta directiva de la empresa), un “David” que pinta la empresa con su pincel y su pintura cuando van a filmar una publicidad, quien hacía de comer a quienes compartían sus horarios de trabajo, que además impidió robos de “mecheras”, que se llevaban miles de pesos en electrodomésticos sobre un carrito encarando para la puerta del local comercial de la ruta 5, quien mientras él no estaba en ese momento en la empresa se entera que “el gerente mandó a prender fuego” en un determinado lugar, supuestamente “para hacer un asado, pero se le incendió una camioneta de dos millones y medio de pesos”, quien además al detectar que hay mujeres que están robando el gerente le sugiere, que para la próxima vez lleve a las “mecheras” a su oficina para hacerlas desnudar.

Por estos hechos afirmamos que los principales dirigentes de Diarco no tienen ni idea de lo presuntamente perpetrado entre los estratos intermedios y el sindicato de mercantiles, porque quizás tener a un empleado responsable y trabajador termina dejando expuestos a los que no tienen tanta responsabilidad ni dedicación al trabajo.

Es una pena. Porque incluso de parte de la empresa, como periodistas aún no recibimos repuestas serias, a pesar de nuestras consultas vía telefónica con autoridades de Diarco, ya que nos van pasando de teléfono en teléfono, y nadie brinda una explicaciones coherentes, ni se han puesto en comunicación con nosotros ante la pesada información difundida. Por lo que el día viernes nos comunicaremos nuevamente, interpretando que aún no llegamos a dar con la persona indicada, para comentarle lo que pasa en la sucursal Luján, una sucursal en la que parecen tener como socio a un sindicalista ya denunciado, por múltiples irregularidades en su indigestión sindical en lo económico y tildado abiertamente como un “apretador serial y extorsionador” por parte de ACIP la cámara de comerciantes e industriales de Luján, dado que tienen filmaciones de cuando los del gremio amenazan con hacer escraches y de impedir la libertad de trabajo, siendo Sergio “Cucurucho” Gauna quien evidentemente no defiende a sus afiliados, y manipula las elecciones de Delegados, tal como también lo denuncian varias fuentes.

Por lo pronto, tal como mencionamos, el viernes por la mañana nos comunicaremos nuevamente con la dirigencia de Diarco, y veremos si hay respuestas oficiales, con relación a la discriminación religiosa detectada en sus estratos intermedios.

En el carro tres mujeres se llevaban mercaderías, y fue “David” quien detectó esta maniobra, impidió el robo, y el gerente ni siquiera se lo agradeció. Es más, le dijo que para la próxima vez “que le lleve a las mecheras a su oficina, para hacerlas desnudar”, y no habrían hecho denuncia policial de este caso, ni avisaron a la policía a que identifique a las que pretendieron robar miles de pesos en electrodomésticos. Este trabajador fue perseguido con ataques hacia su fe: “judío circuncidado”, le escribieron “Mamón” en la puerta de su locker junto a la estrella de David, siendo Mamón un Dios pagano, lo que conecta directamente esta persecución a cuestiones religiosas, pero la empresa aún no nos dio respuestas al respecto, dado que interpretamos que el propietario que “es judío”, según nos confirman fuentes internas de la empresa Diarco, aún no está enterado de lo que pasa en su propia trastienda de la sucursal Luján.